Una ruta por el Barrio Santa Cruz es adentrarse en el corazón más auténtico y legendario de Sevilla. Sus calles estrechas, sus patios llenos de flores y sus plazas escondidas guardan siglos de historia, desde la antigua judería medieval hasta la Sevilla romántica que inspiró a escritores y artistas de todo el mundo.
Cada rincón de este barrio respira encanto, y recorrerlo a pie es una de las experiencias más mágicas que puedes vivir en la ciudad. En esta ruta descubrirás los lugares imprescindibles del Barrio Santa Cruz, sus leyendas más curiosas y los rincones que mejor capturan la esencia sevillana.
- Ruta por el Barrio Santa Cruz de Sevilla
- 1. Patio de Banderas: punto de partida con vistas a la Giralda
- 2. Calle Judería y Callejón del Agua
- 3. Plaza de Alfaro y Plaza de Santa Cruz
- 4. Plaza de los Refinadores y la escultura de Don Juan Tenorio
- 5. Plaza de las Cruces: uno de los rincones más fotogénicos
- 6. Convento de San José del Carmen y Casa de Murillo
- 7. Hospital de los Venerables Sacerdotes
- 8. Plaza Doña Elvira: la esencia romántica del barrio
- 9. Plaza de la Alianza y Plaza del Triunfo: entre leyendas y monumentos
- 10. Plaza Virgen de los Reyes y Palacio Arzobispal
- 11. Calle Mateos Gago: el final de la ruta
- Consejos para hacer la ruta por Santa Cruz
Ruta por el Barrio Santa Cruz de Sevilla
Para disfrutar al máximo del recorrido, te recomendamos seguir esta ruta circular que comienza en el Patio de Banderas y termina en la animada calle Mateos Gago, perfecta para tapear con vistas a La Giralda.
1. Patio de Banderas: punto de partida con vistas a la Giralda
El recorrido comienza en el Patio de Banderas, una amplia plaza porticada que perteneció al recinto interior del Real Alcázar de Sevilla. Desde aquí ya puedes sentir la historia y la belleza del barrio: fue en este mismo lugar donde se situaba una de las entradas principales a la antigua judería.
Su nombre proviene de las banderas que ondeaban cuando el Alcázar era residencia real. Además, bajo este patio se han encontrado restos arqueológicos de época romana y musulmana.

2. Calle Judería y Callejón del Agua
Desde el Patio de Banderas parte la Calle Judería, una vía estrecha y sinuosa que nos sumerge de lleno en la esencia del barrio. Su trazado conserva el carácter laberíntico típico de las antiguas juderías medievales.
Si giras a la izquierda en la Calle Vida, la Judería se une con el Callejón del Agua, que discurre paralelo a las murallas y a los Jardines del Alcázar, por donde antiguamente corría una acequia que abastecía al palacio.
En el número 2 del Callejón del Agua se encuentra una de las casas señoriales más representativas de Sevilla, cuyo patio repleto de columnas y macetas inspiró al escritor norteamericano Washington Irving durante su estancia en la ciudad. Una placa en su fachada recuerda su paso por este rincón.

3. Plaza de Alfaro y Plaza de Santa Cruz
Al final del Callejón del Agua llegarás a la Plaza de Alfaro, un pequeño espacio rodeado de vegetación que sirve de transición hacia los Jardines de Murillo, uno de los pulmones verdes más emblemáticos de Sevilla. Este rincón, lleno de sombra y calma, contrasta con las callejuelas más estrechas del barrio y ofrece un respiro perfecto durante la ruta.
Seguimos nuestra ruta por la calle que queda al otro extremo de la Plaza de Alfaro y damos a la Plaza Santa Cruz, que da nombre al barrio. En la plaza se encuentra la Cruz de las Sierpes, una cruz de hierro conocida como Cruz de la Cerrajería, una pieza de forja sevillana del siglo XVII.
En esta plaza también encontrarás la antigua el arquitecto Juan Talavera y Heredia, uno de los grandes representantes del estilo regionalista sevillano, autor de numerosos edificios históricos de la ciudad.

4. Plaza de los Refinadores y la escultura de Don Juan Tenorio
Avanzando por la calle Mezquita al otro lado de la Plaza, llegarás a la Plaza de los Refinadores, un lugar tranquilo y con mucho encanto que rinde homenaje a uno de los personajes más universales de la literatura española: Don Juan Tenorio. En el centro se alza una escultura dedicada al seductor sevillano creado por José Zorrilla, cuyo mito ha quedado para siempre ligado a la ciudad.
La figura de Don Juan tiene sus raíces en Sevilla, donde se ambienta gran parte de la obra. Su espíritu de galantería y misterio encaja a la perfección con el carácter del Barrio Santa Cruz, que parece hecho para las historias de amor y leyenda.

5. Plaza de las Cruces: uno de los rincones más fotogénicos
Desde la Plaza de los Refinadores, el estrecho callejón Mariscal te conducirá a uno de los lugares más pintorescos de Sevilla: la Plaza de las Cruces. Este pequeño espacio toma su nombre de las tres cruces de mármol que se alzan sobre columnas clásicas, creando una imagen llena de simbolismo y serenidad.
Se cree que las tres cruces representan la Pasión de Cristo y que originalmente se colocaron aquí como elemento devocional de los vecinos. Hoy, es uno de los rincones más fotografiados del barrio por su armonía y su aire de quietud.

6. Convento de San José del Carmen y Casa de Murillo
Seguimos nuestra ruta por la Calle Cruces hasta llegar a la Calle Ximénez de Enciso, donde giramos a la izquierda y seguimos nuestro camino. Por cierto, fíjate en las grandes ruedas de molino que decoran esta calle.
Giramos en la primera calle que encontramos de nuevo a la izquierda, así entraremos en la Calle Santa Teresa, y llegaremos al Convento de San José del Carmen, también conocido como el Convento de las Teresas. Fundado en el siglo XVII, pertenece a la orden carmelita y aún hoy conserva su vida religiosa en clausura. Su fachada sencilla contrasta con la riqueza de su interior, donde se guardan objetos personales de Santa Teresa de Jesús, como el manuscrito de Las Moradas y un retrato auténtico pintado por Fray Juan de la Miseria.
Justo enfrente se encuentra la Casa de Murillo, la vivienda donde pasó sus últimos años el pintor sevillano Bartolomé Esteban Murillo, máximo exponente del barroco andaluz. En la actualidad, el edificio alberga una pequeña exposición dedicada a su obra y al ambiente artístico de su época.

7. Hospital de los Venerables Sacerdotes
Volvemos sobre nuestros pasos para entrar en la Calle Lope de Rueda, la encontrarás a la izquierda antes de terminar la calle. Después giramos en la Calle Reinoso y llegaramos a uno de los lugares más hermosos del barrio: el Hospital de los Venerables Sacerdotes en la Plaza de los Venerables. Fundado en 1675 por el canónigo Justino de Neve, fue concebido como residencia para clérigos retirados y hoy acoge la Fundación Focus, dedicada a la conservación y promoción del patrimonio artístico.
Su arquitectura es una joya del barroco sevillano, obra del maestro Leonardo de Figueroa, con un patio central rodeado de galerías y una fuente circular hundida en el pavimento. En su iglesia destacan los frescos de Valdés Leal y de su hijo Lucas Valdés, que cubren muros y bóvedas con un despliegue de color y movimiento.

8. Plaza Doña Elvira: la esencia romántica del barrio
La ruta continúa por la calle Gloria, que desemboca en uno de los rincones más encantadores de Sevilla: la Plaza Doña Elvira. Rodeada de naranjos, bancos de azulejos y casas blancas, esta plaza resume a la perfección la atmósfera romántica del Barrio Santa Cruz. En torno a ella se sitúan pequeños hoteles con encanto, talleres de cerámica y tiendas de artesanía tradicional.
Se dice que aquí vivía Doña Elvira de Ulloa, hija de Don Gonzalo de Ulloa de Don Juan Tenorio, y que por eso la plaza lleva su nombre. Aunque la historia es más leyenda que realidad, ha contribuido a que este rincón se asocie con el amor y la poesía.

9. Plaza de la Alianza y Plaza del Triunfo: entre leyendas y monumentos
Desde la Plaza Doña Elvira, sigue por la Calle Rodrigo Caro hasta llegar a la Plaza de la Alianza, otro espacio lleno de encanto, donde las murallas del Alcázar vuelven a aparecer como telón de fondo. Sus casas encaladas y sus balcones floridos hacen de esta pequeña plaza uno de los lugares más fotogénicos de la ruta.
Pocos pasos más adelante, por la Calle Joaquín Romero Murube, se abre la majestuosa Plaza del Triunfo uno de los espacios más monumentales de Sevilla. Aquí confluyen tres joyas Patrimonio de la Humanidad: la Catedral, el Archivo de Indias y el Real Alcázar de Sevilla.
En el centro se alza el monumento a la Inmaculada Concepción, esculpido por Lorenzo Coullaut Valera en 1917, alrededor del cual se reúnen las tunas universitarias cada 8 de diciembre para rendir homenaje a la Virgen.

10. Plaza Virgen de los Reyes y Palacio Arzobispal
Rodeando la Catedral, encontramos la Plaza Virgen de los Reyes es uno de los rincones más icónicos de Sevilla. Rodeada de edificios monumentales, como la Catedral, la Giralda y el Palacio Arzobispal, esta plaza combina historia, arte y espiritualidad en un solo espacio. Su fuente central, la Fuente de la Farola, añade un toque de frescura y elegancia al conjunto.
Desde esa fuente tendrás una de las perspectivas de la Giralda más fotografiada.
El Palacio Arzobispal, con su fachada barroca en tonos rojizos, contrasta de manera armoniosa con el blanco de los muros vecinos. A pocos pasos, el Convento de la Encarnación conserva el sosiego de la vida conventual.

Y un secreto que guarda esta zona es la Plaza de Santa Marta, escondida tras un pequeño pasaje justo detrás de la estatua de San Juan Pablo II. Con los naranjos más altos de Sevilla, invita a detenerse unos minutos y disfrutar de su atmósfera tranquila, alejada del bullicio turístico.
11. Calle Mateos Gago: el final de la ruta
La Calle Mateos Gago marca el final perfecto de la ruta por el Barrio Santa Cruz. Es una de las calles más animadas de Sevilla, llena de vida a cualquier hora del día. Su ambiente alegre, sus tiendas de souvenirs y sus terrazas la convierten en el lugar ideal para relajarse tras el paseo.
Aquí podrás disfrutar de tapas típicas sevillanas y, sobre todo, de unas impresionantes vistas a la Giralda. Entre los bares más recomendados de Mateos Gago destacan Alvaro Peregil y Las Columnas, perfecto para saborear la gastronomía y el ambiente local con el mejor telón de fondo posible.
Consejos para hacer la ruta por Santa Cruz
El mejor momento del día para recorrer el Barrio Santa Cruz es por la mañana temprano o al atardecer, cuando las calles están más tranquilas y la luz resalta los tonos cálidos de las fachadas. En verano, evita las horas centrales del día y opta por primavera u otoño, cuando el clima es más agradable y los patios lucen llenos de flores.
Lleva calzado cómodo, ya que las calles son empedradas, y no olvides protegerte del sol con sombrero, gafas y crema solar, especialmente si haces la visita en los meses más calurosos.
Una excelente opción es combinar esta ruta con una visita guiada al Real Alcázar, que se encuentra junto al punto de inicio de la ruta, en el Patio de Banderas.
Recorre el Barrio Santa Cruz con un guía experto y conocerás las leyendas y detalles que se esconden tras cada rincón.

