En esta guía de qué ver en Sevilla vas a encontrar todo lo imprescindible para organizar tu visita: desde los grandes monumentos que no te puedes perder, como la Giralda y el Alcázar, hasta rincones menos conocidos que sorprenden a cualquiera. Está pensada para que, cuando termines de leer, tengas una idea completa de todo lo que puedes hacer en Sevilla y que elijas lo que más te encaje.
Sevilla es de esas ciudades que se quedan grabadas en la memoria. Da igual si vienes por primera vez como turista, si ya la conoces de otras escapadas o si vives aquí y quieres redescubrirla: siempre hay algo nuevo que ver y sentir. La capital andaluza tiene un ritmo propio, mezcla de historia milenaria, patios llenos de flores, calles estrechas con sombra fresca y plazas donde la vida pasa despacio, acompañada de una tapa y un vaso de vino.
Prepárate, porque Sevilla no solo se visita… Sevilla se vive.
Monumentos imprescindibles de Sevilla
Estos son los cinco monumentos imprescindibles que ver en Sevilla si es tu primera vez en la ciudad.
La Catedral de Sevilla y la Giralda
La Catedral de Sevilla impresiona desde el primer vistazo. Es la catedral gótica más grande del mundo y una auténtica joya declarada Patrimonio de la Humanidad. Pasear por su interior es descubrir un espacio monumental lleno de capillas, vidrieras y obras de arte que cuentan siglos de historia. Aquí descansa Cristóbal Colón, y el retablo mayor —uno de los más grandes del mundo— deja sin palabras.

Subir a la Giralda, su torre campanario, es una experiencia obligatoria. No hay escaleras, sino rampas, porque antiguamente los almuédanos subían a caballo para llamar a la oración. Desde arriba, las vistas de Sevilla son espectaculares: tejados, patios, torres y, en los días claros, hasta la Sierra Morena al fondo.

El Real Alcázar de Sevilla
Si hay un lugar que parece sacado de un cuento, ese es el Real Alcázar de Sevilla. Este conjunto palaciego combina estilos mudéjar, gótico, renacentista y barroco, creando un espacio único donde cada sala sorprende más que la anterior. Sus azulejos, arcos y yeserías son pura artesanía, y no es casualidad que se haya usado como escenario de series y películas, como Juego de Tronos.
Los jardines del Alcázar merecen tiempo para disfrutarlos: fuentes, laberintos de setos y palmeras que crean un oasis de tranquilidad en pleno centro. Es uno de esos sitios en los que conviene perderse sin prisa.

El Archivo de Indias
A pocos pasos de la Catedral y el Alcázar, el Archivo de Indias guarda documentos que narran la historia de América y las rutas comerciales del Imperio Español. Aunque pueda sonar “serio”, merece la visita porque su edificio renacentista es una obra de arte y la entrada es gratuita. Es un lugar ideal para los amantes de la historia y para quienes quieren entender la importancia de Sevilla como puerto del mundo en los siglos XVI y XVII.

La Torre del Oro
A orillas del Guadalquivir se levanta esta torre defensiva del siglo XIII, que formaba parte de las murallas que protegían la ciudad. Su nombre se debe, según la leyenda, al brillo dorado que reflejaban sus azulejos bajo el sol. Hoy en día alberga un pequeño museo naval y, lo mejor, un mirador desde el que se contempla el río y el barrio de Triana al otro lado.

Metropol Parasol (Las Setas de Sevilla)
En pleno centro, en la Plaza de la Encarnación, se encuentra este moderno mirador que ha dividido opiniones desde que se construyó, pero que ya es un icono de la ciudad. Los sevillanos lo llamamos cariñosamente “Las Setas” por su forma de gigantescos hongos de madera.
Subir a su pasarela elevada es un plan perfecto, sobre todo al atardecer, cuando la ciudad se tiñe de tonos dorados. Desde arriba se obtiene una visión distinta de Sevilla, que combina lo histórico con lo moderno. Además, en su base encontrarás restos arqueológicos y un mercado con mucho ambiente.

Barrios con más encanto de Sevilla
Cada barrio de Sevilla tiene su personalidad: Santa Cruz enamora por su romanticismo, Triana vibra con su arte y tradición, la Macarena conecta con la Sevilla más auténtica y la Alameda ofrece un aire bohemio y moderno. Lo mejor es dedicarles tiempo y descubrirlos sin prisa.
Barrio de Santa Cruz
Si hay un lugar que enamora a primera vista en Sevilla, ese es el Barrio de Santa Cruz. Es el antiguo barrio judío, un laberinto de callejuelas estrechas, plazas escondidas y casas con balcones llenos de flores. Aquí cada esquina parece tener una historia, desde la Callejón del Agua hasta la coqueta Plaza de Doña Elvira.
Pasear por Santa Cruz es como viajar en el tiempo: sentir el frescor de sus patios, escuchar el sonido de una guitarra flamenca que se escapa de alguna ventana y, de vez en cuando, encontrarte con rincones que parecen sacados de una postal. Es un barrio ideal para pasear sin mapa y dejarse llevar.

Triana
Cruzando el río Guadalquivir por el Puente de Triana se llega a este barrio lleno de carácter y tradición. Triana es cuna de toreros, marineros, artistas y, sobre todo, de flamenco. Sus calles respiran autenticidad, especialmente la Calle Betis, con sus bares frente al río y vistas espectaculares del casco histórico.
Aquí también se encuentran los antiguos talleres de cerámica y azulejos, que dieron fama al barrio. El Mercado de Triana, sobre los restos del castillo de San Jorge, es un buen lugar para tapear y sentir el ambiente local. Triana no es solo un barrio, es una forma de vivir Sevilla.

La Macarena
Menos turística pero muy auténtica, la Macarena conserva ese aire popular y devoto que tanto caracteriza a Sevilla. Su gran joya es la Basílica de la Esperanza Macarena, uno de los templos más queridos por los sevillanos, especialmente en Semana Santa.
Pasear por esta zona permite descubrir la Muralla y el Arco de la Macarena, uno de los tramos mejor conservados de la antigua muralla almohade, y adentrarse en calles llenas de vida de barrio, con bares tradicionales donde el tiempo parece haberse detenido.

Alameda de Hércules
En contraste con otros barrios más históricos, la Alameda de Hércules es el punto de encuentro de la Sevilla más moderna y alternativa. Esta gran plaza arbolada, presidida por dos columnas romanas, se ha convertido en una de las zonas más animadas de la ciudad.
De día es un lugar perfecto para pasear en familia, y de noche, para disfrutar de su ambiente juvenil y multicultural, lleno de bares, terrazas y locales. Es uno de esos rincones que muestran la Sevilla más actual, sin perder el encanto de lo tradicional.

Plazas y calles emblemáticas de Sevilla
Estas plazas y calles son mucho más que lugares de paso: son el escenario donde se vive la Sevilla del día a día, donde se mezclan historia, comercio, ocio y tradición. Pasearlas es la mejor manera de sentir la ciudad.
Plaza de España
La Plaza de España es uno de los lugares más espectaculares de Sevilla y, sin duda, uno de sus grandes símbolos. Fue construida para la Exposición Iberoamericana de 1929 y combina la arquitectura regionalista con detalles que te dejarán boquiabierto: azulejos, fuentes, galerías y un semicírculo monumental abrazado por el Parque de María Luisa.
Lo más curioso es que en sus bancos de azulejos están representadas todas las provincias de España, lo que la convierte en un paseo geográfico y cultural. Además, aquí se han rodado escenas de películas muy conocidas, como Star Wars o Lawrence de Arabia. Y si quieres un plan divertido, puedes alquilar una barquita y remar por el canal que rodea la plaza.

Plaza Nueva y Plaza del Salvador
En pleno centro, la Plaza Nueva es el corazón administrativo y social de Sevilla. Frente al Ayuntamiento, siempre encontrarás ambiente, ya sea de paseantes, de eventos o de terrazas donde tomar algo. Es un punto de encuentro perfecto y uno de esos lugares que conectan varias calles principales del casco histórico.
Muy cerca, la Plaza del Salvador es otro clásico sevillano. De día, destaca por la majestuosa fachada barroca de la Iglesia del Salvador; de tarde-noche, se convierte en una de las plazas con más vida, llena de gente tomando una cerveza al aire libre. Es el lugar ideal para empezar una ruta de tapas por el centro.

Avenida de la Constitución
Es la gran arteria del centro histórico y probablemente la calle más monumental de Sevilla. Une la Puerta de Jerez con la Catedral y la Giralda, y en su recorrido se encuentran algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad. Es un paseo amplio, peatonal y con mucho ambiente, perfecto para disfrutar de Sevilla a pie.
Caminar por aquí es contemplar fachadas históricas, ver pasar el tranvía y sentir ese aire elegante que tiene el centro sevillano. Además, conecta con calles comerciales y plazas donde siempre hay movimiento.

Calle Sierpes y Tetuán
Si lo tuyo son las compras o simplemente quieres vivir el ambiente de la Sevilla más animada, la Calle Sierpes y la Calle Tetuán son tus paradas obligatorias. Son las calles comerciales más famosas de la ciudad, repletas de tiendas, cafeterías y pastelerías tradicionales.
Aquí siempre encontrarás gente paseando, sobre todo en verano, cuando los toldos de lona cubren la calle y crean esa sombra tan característica. Y si quieres probar algo típico, busca alguna confitería para saborear dulces clásicos sevillanos.

Espacios verdes y rincones al aire libre en Sevilla
Estos rincones al aire libre son el contrapunto perfecto a los monumentos y las calles llenas de vida: espacios donde respirar, relajarse y disfrutar de la Sevilla más pausada.
Parque de María Luisa
El Parque de María Luisa es, sin duda, el pulmón verde de Sevilla y uno de los lugares más queridos por locales y visitantes. Fue donado a la ciudad por la infanta María Luisa en el siglo XIX y transformado para la Exposición Iberoamericana de 1929.
Caminar por sus senderos es encontrarse con glorietas dedicadas a escritores, fuentes escondidas entre la vegetación y rincones románticos que invitan a sentarse un rato y disfrutar de la sombra. Aquí se encuentran también dos edificios monumentales que merecen la pena: el Museo Arqueológico y el Museo de Artes y Costumbres Populares.

Ribera del Guadalquivir
El río Guadalquivir atraviesa Sevilla y ofrece una de las estampas más bonitas de la ciudad. Pasear por sus orillas, especialmente entre la Torre del Oro y el Puente de Triana, es un plan perfecto a cualquier hora del día.
De día, verás gente haciendo deporte, turistas en cruceros fluviales y familias disfrutando del ambiente. Al atardecer, el paseo se llena de magia, con la luz reflejada en el agua y las terrazas junto al río llenas de vida. También es un buen sitio para probar actividades diferentes como remar en kayak o dar un paseo en bici.

Jardines de Murillo
Situados junto al Barrio de Santa Cruz y el Alcázar, los Jardines de Murillo son un rincón tranquilo, ideal para desconectar del bullicio del centro. Entre naranjos, palmeras y fuentes, se puede descansar en un banco a la sombra o dar un paseo relajado.
No son tan grandes como el Parque de María Luisa, pero tienen un encanto especial, sobre todo porque están rodeados de algunos de los lugares más bonitos de la ciudad. Son perfectos para una pausa entre visitas.

Isla de la Cartuja y otros espacios modernos
En la Isla de la Cartuja, al otro lado del Guadalquivir, se encuentran zonas verdes y modernas que surgieron tras la Expo 92. Aquí está el Monasterio de la Cartuja, convertido en Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, y amplios paseos junto al río.
Es una parte de Sevilla menos turística, pero muy agradable para disfrutar de un paseo tranquilo, especialmente si buscas espacios abiertos y menos concurridos.

Museos y cultura en Sevilla
Los museos de Sevilla son el complemento perfecto a la visita de monumentos y barrios. Ofrecen cultura, arte y experiencias diferentes que permiten conocer la ciudad desde otra perspectiva.
Museo de Bellas Artes de Sevilla
El Museo de Bellas Artes es uno de los grandes tesoros culturales de la ciudad y, de hecho, está considerado la segunda pinacoteca más importante de España, solo por detrás del Prado en Madrid. Está ubicado en un antiguo convento del siglo XVII, lo que ya lo convierte en un lugar especial antes incluso de entrar a ver las obras.
Su colección recorre la pintura española desde la Edad Media hasta el siglo XX, con especial atención a los grandes maestros sevillanos del Siglo de Oro. Aquí podrás contemplar obras de Murillo, Zurbarán o Valdés Leal, auténticos referentes de la pintura barroca. Si te gusta el arte, es una visita obligada, y además la entrada es gratuita para ciudadanos de la Unión Europea.

Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC)
En la Isla de la Cartuja se encuentra el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, más conocido como CAAC. Lo interesante de este museo es que está ubicado en un lugar muy singular: el antiguo Monasterio de la Cartuja, un edificio con siglos de historia que convive con modernas instalaciones de la Expo 92.
El CAAC es perfecto para quienes buscan un plan diferente en Sevilla. Sus exposiciones temporales traen propuestas artísticas innovadoras, y sus jardines y patios son un espacio muy agradable para pasear. Incluso si no eres un experto en arte contemporáneo, merece la pena visitarlo por el contraste entre lo antiguo y lo moderno.

Casa de la Ciencia
La Casa de la Ciencia, situada en el Pabellón de Perú de la Exposición de 1929, es un museo divulgativo ideal para visitar en familia. Ofrece exposiciones interactivas sobre astronomía, biodiversidad, geología y medioambiente, con un enfoque ameno y didáctico.
Además, cuenta con un planetario que encanta a los más pequeños, convirtiéndose en un plan perfecto para un día distinto en Sevilla, sobre todo si viajas con niños.

Museo del Flamenco
No se puede hablar de Sevilla sin mencionar el flamenco, y para quienes quieran acercarse a este arte declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, el Museo del Baile Flamenco es una parada más que recomendable. Fundado por la bailaora Cristina Hoyos, combina exposición y espectáculo.
Aquí puedes descubrir la historia del flamenco a través de paneles interactivos, trajes, fotografías y, lo más emocionante, disfrutar de un espectáculo en directo en un patio sevillano con mucho encanto. Es una forma muy completa de vivir el flamenco más allá del típico tablao.

Experiencias y actividades diferentes en Sevilla
Estas experiencias hacen que tu visita a Sevilla sea algo más que “ver cosas”: son momentos que recordarás siempre y que te permiten sentir la ciudad con todos los sentidos.
Disfrutar de un espectáculo de flamenco
El flamenco no es solo música o baile: es emoción pura. Y Sevilla es uno de los mejores lugares del mundo para vivirlo. Puedes elegir entre un tablao tradicional, con artistas de primer nivel, o una peña flamenca, más local e íntima, donde sentirás la fuerza del cante y la guitarra a pocos metros de ti. Incluso hay espectáculos en patios sevillanos que hacen la experiencia aún más especial.
Paseo en barco por el Guadalquivir
El río Guadalquivir ha marcado la historia de Sevilla y recorrerlo en barco es una manera distinta de ver la ciudad. Desde la cubierta podrás contemplar monumentos como la Torre del Oro, los puentes más famosos y la moderna Isla de la Cartuja.
Hay varias opciones: desde cruceros panorámicos hasta experiencias más exclusivas en barcos pequeños al atardecer, con copa en mano. Ideal para quienes quieren descansar de caminar y ver la ciudad desde otro ángulo.
Subir a un mirador al atardecer
Sevilla es preciosa de día, pero al caer el sol tiene un encanto especial. Dos de los mejores miradores para disfrutarlo son la Giralda, con su vista histórica, y Las Setas de la Encarnación, que ofrecen una panorámica moderna y diferente. Ver cómo el cielo sevillano se tiñe de tonos naranjas y rosados es una experiencia inolvidable.
Tour en bicicleta por Sevilla
Pocas ciudades en España son tan cómodas para recorrer en bici como Sevilla. Tiene una extensa red de carriles bici que conecta los puntos principales de la ciudad. Puedes alquilar una bicicleta por tu cuenta o apuntarte a un tour guiado para conocer la historia mientras pedaleas tranquilamente.
Es una opción ideal si quieres cubrir más terreno en poco tiempo y al mismo tiempo disfrutar de la ciudad de forma sostenible y divertida.
Excursiones desde Sevilla
Si tienes tiempo de sobra, Sevilla también es un punto de partida fantástico para explorar los alrededores:
- Itálica: las ruinas romanas en Santiponce, con su impresionante anfiteatro.
- Carmona: un pueblo con encanto, a solo media hora, lleno de historia y miradores espectaculares.
- Doñana: para los amantes de la naturaleza, este parque nacional es uno de los espacios protegidos más importantes de Europa.
Gastronomía y tapeo en Sevilla
Si hay algo que define el alma de Sevilla, además de su patrimonio y sus fiestas, es la comida. Comer en Sevilla no es solo alimentarse, es un ritual social y cultural. El tapeo forma parte de la vida cotidiana de los sevillanos y es una de las experiencias que más enamoran a quienes visitan la ciudad.
La tapa nació en Andalucía y en Sevilla ha alcanzado un nivel casi artístico. Ir de tapas no significa sentarse en un único sitio, sino ir saltando de bar en bar, probando una tapa en cada uno, acompañada de una caña fresquita o una copa de vino de Jerez. Es un recorrido gastronómico y social al mismo tiempo, que te permite descubrir distintos rincones de la ciudad mientras degustas lo mejor de su cocina.
Entre las tapas más tradicionales que no puedes perderte están el montadito de pringá, el pescaíto frito servido en cucuruchos de papel, el salmorejo andaluz o la ensaladilla. Tampoco faltan los guisos de cuchara, como los garbanzos con espinacas o la cola de toro, que recuerdan la influencia de la cocina casera en los bares de barrio.

Para los paladares más curiosos, Sevilla también ofrece una gastronomía renovada, con bares y restaurantes que reinterpretan las tapas de siempre con un toque moderno. Así, en la misma ruta puedes pasar de un bar de toda la vida en Triana a un gastrobar en el centro histórico.
Una de las mejores formas de disfrutar del tapeo es dejarse llevar por la intuición: entrar en los bares más concurridos, pedir una recomendación al camarero y probar lo que “se mueve” ese día en la barra. Y si quieres una experiencia aún más auténtica, no olvides visitar un mercado como el de Triana o el de la Encarnación, donde tradición y modernidad conviven en un ambiente vibrante.
Fiestas y tradiciones en Sevilla
Si Sevilla deslumbra por su historia y su arte, lo que realmente la hace única son sus fiestas y tradiciones, auténticas expresiones del carácter alegre y apasionado de la ciudad. Vivir Sevilla durante sus celebraciones es entender su esencia en estado puro.
La más conocida es, sin duda, la Semana Santa de Sevilla, declarada de Interés Turístico Internacional. Durante esos días, las calles se convierten en un escenario solemne y emocionante: procesiones de cofradías recorren la ciudad con pasos majestuosos, música de cornetas y tambores, y el recogimiento de miles de personas que acompañan en silencio o con devoción. Para los sevillanos, la Semana Santa es fe, arte y sentimiento; para el visitante, una experiencia difícil de olvidar.

Justo después llega la otra gran cita: la Feria de Abril. Una explosión de luz, color y alegría que transforma la ciudad durante una semana entera. El recinto ferial se llena de casetas decoradas, donde se canta, se baila sevillanas y se brindan copas de “rebujito”. La feria es una invitación a vivir el folclore andaluz en su máxima expresión: trajes de flamenca, caballos, farolillos y una energía contagiosa que hace que todo el mundo se sienta parte de la fiesta.
Pero Sevilla no se limita solo a estos dos grandes eventos. A lo largo del año, la ciudad celebra muchas otras festividades ligadas a sus tradiciones y a su cultura popular. Entre ellas destacan la Velá de Santa Ana en Triana, con su ambiente marinero y sus concursos de pescaíto frito; o la Navidad en Sevilla, que llena plazas y calles de belenes, mercados artesanales y villancicos.
Consejos prácticos para tu visita a Sevilla
Visitar Sevilla puede ser una experiencia increíble, pero unos pequeños consejos pueden hacer que tu viaje sea aún más cómodo y disfrutable. Aquí van algunos puntos clave:
¿Cuándo es mejor visitar Sevilla?
Sevilla tiene un clima cálido y soleado la mayor parte del año. Primavera y otoño son las épocas más recomendables: temperaturas agradables y días largos para pasear. La Semana Santa y la Feria de Abril son espectaculares, pero la ciudad se llena de turistas, así que conviene planificar con antelación.
¿En cuántos días puedes ver Sevilla?
Si es tu primera vez en Sevilla, 2 o 3 días te permitirán conocer los monumentos más importantes y disfrutar de barrios, plazas y algunas experiencias. Con 4 o 5 días podrás combinar visitas culturales con paseos por parques, rutas en bici y excursiones cercanas.
¿Cómo moverse por Sevilla?
El centro histórico es perfecto para recorrer a pie, pero Sevilla también cuenta con tranvía, autobuses urbanos y bicicletas de alquiler. Muchos monumentos y barrios están muy cerca unos de otros, así que caminar es, además de cómodo, una forma de disfrutar la ciudad.
Entradas y reservas
Para lugares como el Alcázar, la Catedral o la Giralda, conviene comprar entradas online para evitar colas. Algunos museos ofrecen entrada gratuita para residentes de la UE; infórmate antes de ir.
Ropa y calzado
Sevilla tiene calles empedradas en algunos barrios, así que lleva calzado cómodo. En verano, sombrero, gafas de sol y protección solar son imprescindibles, mientras que en invierno conviene una chaqueta para las noches frescas.
Experiencias locales
No tengas miedo de perderte por calles pequeñas, probar tapas en bares tradicionales o sentarte a disfrutar de un espectáculo de flamenco: son esos momentos los que hacen que Sevilla sea inolvidable.
Seguridad y precauciones
Sevilla es una ciudad segura, pero como en cualquier ciudad turística, cuida tus pertenencias, especialmente en zonas muy concurridas. Mantente atento en transporte público y plazas abarrotadas.
Sevilla, mucho más que una ciudad para visitar
Sevilla es mucho más que una ciudad para visitar: es un lugar para sentir, vivir y disfrutar con todos los sentidos. Sus monumentos imponentes, como la Catedral o el Real Alcázar, sus barrios con encanto, plazas que respiran historia, espacios verdes donde desconectar y museos llenos de arte, forman un conjunto que no deja indiferente a nadie.
Pero lo que realmente hace única a Sevilla es su alma: la vitalidad de sus calles, el arte que se respira en cada rincón, la emoción del flamenco, el sabor de sus tapas y el color de sus fiestas. Cada paseo, cada rincón y cada experiencia ofrece algo diferente, y lo mejor es descubrirlo sin prisas, dejándose llevar por el ritmo de la ciudad.
Si quieres aprovechar al máximo tu visita, te recomendamos combinar los clásicos imperdibles con planes más tranquilos y rincones menos conocidos. Así, tu estancia será completa y auténtica: monumentos, cultura, gastronomía, naturaleza y tradición en un solo viaje.
Sevilla es un destino que no se olvida, una ciudad que se vive, y que siempre deja ganas de volver.
