La Catedral de Sevilla es uno de esos lugares que impresionan desde el primer momento. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y considerada la catedral gótica más grande del mundo, este majestuoso templo refleja el poder y la riqueza que alcanzó Sevilla tras el descubrimiento de América.

Horarios y Entradas a la Catedral de Sevilla
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Visitar la Catedral de Sevilla es una experiencia imprescindible, pero también una de las más demandadas por los viajeros. Por eso, se recomienda comprar las entradas online con antelación, desde la web oficial o plataformas autorizadas. Es la mejor forma de asegurarte el acceso directo y evitar la fila de taquilla.
Si viajas en grupo o te interesa la historia en detalle, valora una visita guiada: incluye acceso prioritario y explicaciones que hacen la experiencia mucho más completa.
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Qué ver en la Catedral de Sevilla
Visitar la Catedral de Sevilla es entrar en un universo de arte, historia y espiritualidad. Cada sala, cada capilla y cada detalle arquitectónico cuenta una parte de la historia de la ciudad.
Aquí te mostramos los lugares imprescindibles que no puedes perderte durante tu recorrido.
La fachada y las puertas monumentales
La Catedral impresiona incluso antes de entrar. Sus puertas góticas y renacentistas son auténticas obras de arte. La Puerta de los Príncipes y la Puerta del Bautismo completan este conjunto monumental que rodea el edificio.
La Puerta del Perdón, de origen islámico, conserva la estructura del antiguo acceso a la mezquita. La Puerta de San Miguel, adornada con relieves de un Nacimiento, es una de las más bellas.

El interior gótico: un espacio que asombra
Al cruzar las puertas, el visitante se encuentra con un espacio imponente y luminoso. Las cinco naves y las altas bóvedas góticas crean una atmósfera solemne y majestuosa.
La nave central, de 42 metros de altura, está flanqueada por capillas llenas de arte y reliquias, y coronada por vidrieras del siglo XV que bañan el interior de luz multicolor.
El Retablo Mayor: el corazón de la Catedral
El Retablo Mayor es una de las piezas más impresionantes del arte gótico en el mundo.
Tallado en madera dorada, con más de 200 figuras y relieves que narran la vida de Cristo, fue obra de varios artistas flamencos y españoles a lo largo de casi 80 años.
Su tamaño, detalle y brillo lo convierten en una auténtica joya del patrimonio mundial.

El Coro y el Altar del Santísimo Sacramento
Situado en el centro del templo, el Coro está formado por más de cien asientos tallados en madera de nogal y decorados con motivos bíblicos. Junto a él se encuentra el Altar del Santísimo Sacramento, otro punto de gran valor artístico y espiritual.
Durante las celebraciones solemnes, este espacio cobra vida con la música del gran órgano barroco.
La tumba de Cristóbal Colón
Uno de los puntos más fotografiados de la catedral. El monumento funerario de Cristóbal Colón fue diseñado por el escultor Arturo Mélida y representa a cuatro heraldos que sostienen el féretro, simbolizando los reinos de Castilla, León, Aragón y Navarra.
Sus restos fueron trasladados varias veces —desde Valladolid hasta La Habana— hasta reposar definitivamente aquí, en el corazón de Sevilla.

La Capilla Real
Esta capilla alberga los restos de Fernando III el Santo, conquistador de Sevilla, y de su hijo Alfonso X el Sabio, además de la imagen de la Virgen de los Reyes, patrona de la ciudad.
Durante las festividades del 15 de agosto, la Virgen es trasladada en procesión, uno de los momentos más emotivos del calendario sevillano.
El Patio de los Naranjos
Antiguo patio de abluciones de la mezquita almohade, conserva su trazado original y una sensación de paz que contrasta con la grandiosidad interior del templo.
Aquí crecen doce hileras de naranjos y se encuentra la histórica fuente de abluciones, donde los fieles musulmanes se purificaban antes de la oración. Hoy es un espacio ideal para descansar y contemplar la Giralda desde otra perspectiva.

Por qué visitar la Catedral de Sevilla
La Catedral de Sevilla no es solo un monumento: es un símbolo de la grandeza y la identidad de la ciudad. Construida sobre los restos de la antigua mezquita mayor, representa la fusión entre dos culturas y la ambición de Sevilla por dejar huella en el mundo.
La catedral gótica más grande del mundo
Su tamaño es impresionante: más de 11.500 metros cuadrados, con bóvedas que alcanzan los 42 metros de altura. Fue levantada con un propósito claro: “Hagamos una iglesia tan hermosa y tan grandiosa que los que la vieren acabada nos tengan por locos.”
El resultado fue una obra monumental que todavía hoy deja sin aliento a quienes la visitan.

Una joya del arte y la espiritualidad
En su interior se encuentra el Retablo Mayor, una obra maestra del arte gótico tallada en madera dorada que representa escenas de la vida de Cristo. También destacan el Coro, la Capilla Real y la tumba de Cristóbal Colón, uno de los puntos más visitados.
Cada rincón respira historia, fe y arte.
Una experiencia imprescindible en Sevilla
Subir a la Giralda, recorrer las naves góticas y admirar el retablo mayor son experiencias que resumen la historia, la belleza y el alma de la ciudad.
Por todo ello, visitar la Catedral de Sevilla es una parada obligada para entender Sevilla en toda su magnitud.
Plano de la Catedral de Sevilla
Para aprovechar al máximo tu visita, puedes descarga aquí el plano de la Catedral de Sevilla para no perderte ningún rincón durante tu visita
